Un video subido a Facebook en 2010 que muestra a un joven asfixiando a dos gatos hasta la muerte ha alarmado a muchos usuarios de la red social. Los sentimientos de ira, impotencia y disgusto experimentados por estos espectadores distraídos alimentan la urgente necesidad de justicia y el fin de estas atrocidades. Así comenzó una minuciosa búsqueda del individuo que luego fue identificado como Luka Magnotta.
Magnotta, cuyo verdadero nombre es Eric Kirk Newman, nació en Toronto en 1982. Antes de convertirse oficialmente en el «Periodista del año» de Canadá, era un actor y modelo frustrado que tenía que ganarse la vida haciendo striptease debido a su maldad. escolta.
Sus seguidores son muy conscientes de que si no detienen a Luka, tarde o temprano matará a los humanos. No están equivocados. En 2012, un asesino de gatos publicó un video del cruel sacrificio de 3 gatos inocentes, mató a un estudiante de ingeniería informática, Lin Jun, con un picahielo, grabó la hazaña como un video y lo subió a Internet. Para entonces, el caso no solo estará en manos de los internautas de autodefensa, sino que también estará en la mira de la policía canadiense y, después de que vuele a Europa, de la Interpol.
El controvertido minidocumental de Netflix «Don’t Touch the Cat: An Internet Murderer», publicado recientemente por Netflix, relata inteligentemente los eventos que llevaron a Luka Magnotta ante la justicia y la justicia administrativa.
La brillante ejecución de la obra y el reflejo de una sociedad reacia a afrontar su desgarradora realidad nos introduce en un debate clave sobre la convivencia: personas que pueden maltratar y asesinar animales sin arrepentimiento, ¿son capaces de asesinar animales?, ¿personas? Afortunadamente para muchos, no fue una respuesta difícil para los valientes internautas que hicieron posible el arresto de Magnotta. Empatía, o falta de ella, independientemente de la raza.
Numerosos casos similares muestran que profundizar en el comportamiento de las personas que intencionalmente dañan a los animales por puro placer puede ayudarnos no solo a comprender cómo se desarrolla la psicosis, sino también a evitar el sufrimiento de las víctimas, humanas y no humanas. sus parientes.